Principales señales a considerar en el ambiente escolar para la detección oportuna del Trastorno del Espectro Autista nivel 1 (TEA): Expertos
Por: Liliana Noble Alemán
@pulsosaludable
(27-ago-2024).
El Trastorno del Espectro Autista nivel 1 es una condición neurobiológica de nacimiento, conocida como congénita. El cerebro de la persona que vive con esta condición percibe e interpreta el mundo y sus relaciones de manera diferente, permitiéndole tener habilidades en ciertas áreas (sobresalientes) y dificultad en otras.
Las relaciones sociales son el principal desafío de quienes viven con este tipo de trastorno, siendo que para la mayoría de las personas suele ser algo intuitivo neurotípicas (aquellas personas que no están dentro del espectro autista) para quienes viven con este tipo de trastorno no lo es, sin embargo; esto muchas veces se compensa aprendiendo de manera racional-intelectual en el ámbito académico.
Estos síntomas pueden presentarse en todas las fases del desarrollo, además de que existen diferencias entre hombres y mujeres, por lo que puede ser complejo concluir que un alumno vive la condición.
Podemos decir que algunos de ellos presentan conductas solitarias, como la ausencia de un grupo de amigos definido o dificultad para formar equipos. Si bien no se les debe forzar a interactuar con todos sus compañeros si no se sienten cómodos, se pueden fomentar las relaciones interpersonales con quien se sientan incluidos y apoyados.
En cuanto al aprovechamiento escolar, existen asignaturas o tareas que le llevan a demostrar un potencial cognitivo y académico superior al de sus compañeros. Esto puede hacer pensar que solamente tiene problemas de conducta, por lo que los docentes deben mantenerse pendientes de otras señales.
Cabe destacar que las situaciones estresantes -como algún examen o exposición oral- habitualmente son replanteadas por las y los profesores en formas de evaluación alternativas para de esta manera elevar su rendimiento.
En cuanto al lenguaje, es directo, haciéndole pensar al docente que no lo respeta, cuando en realidad, tiene dificultad para definir el tono y captar las ironías o los dobles sentidos.
Debido a que el sistema educativo está enfocado en la calificación de competencias lingüísticas, algorítmicas y de memorización, es complejo que resalten si no hay personal docente con previo entrenamiento en psicopedagógica. Es por eso que los profesores deben estar atentos a las señales y no confundir a los alumnos no diagnosticados con niños y jóvenes problemáticos o poco comprometidos.
Una vez que se identifiquen algunos de los signos de un posible espectro, el docente debe dirigirse con las autoridades escolares, mismas que citarán a los padres de familia para hacerles saber que se tiene una sospecha fundamentada en comportamientos característicos de la condición.
Las reacciones pueden ser variadas, pasando por la negación, el enojo o la comprensión, es necesario comunicarles los beneficios psicosociales que puede tener el alumno de llevarse a cabo un diagnóstico oportuno.
El papel de los docentes es acompañar, orientar y dirigir a la familia con un profesional de la salud que pueda evaluar la mejor ruta, y de ser necesario, el tratamiento indicado.